lunes, 7 de julio de 2014



Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Thomas Muller, Neymar, Didier Drogba, Arjen Robben y demás delanteros acaparan las portadas de los diarios deportivos en los días mundialistas. Quien hace el último gol para darle la victoria al equipo es primera plana con la celebración de su agónico tanto. Suiza, Estados Unidos y Bélgica han remontado en los minutos finales, dándole un plus al compromiso. Pero, estos resultados no se habrían podido dar sin una formación táctica preestablecida por los entrenadores. Cambios en la rotación haciendo esquemas más ofensivos y haciendo los cambios pertinentes, como el caso de Drogba con Costa de Marfil.

Más allá de sustituciones bien –o mal –realizadas, los directores técnicos dan un once inicial. Ellos son los que, en teoría, estarán la mayor parte del tiempo en el rectángulo de juego. Algunos juegan esquemas más ofensivos y otros se repliegan atrás. Pero, hay una formación táctica, o mejor dicho, una sector de ella que ha marcado una pauta en los compromisos mundialistas: el mediocampista de recuperación.

Doble pivote

Suiza con Behrami e Inler, Bélgica con Bembelé y Witsel, Costa de Marfil con Serey y Tioté, han sido algunos de los equipos que han conseguido, con ese doble 5 parado por delante de los centrales romper y crear juego con sus jugadores más ofensivos. Hoy en día, el mediocampista de recuperación tiene la habilidad, no solo de romper juego, sino de generar.

Estadísticamente hablando, ningún equipo que haya jugado con doble pivote en la primera ronda del Mundial ha perdido, excepto que la otra selección también lo haya hecho. En ese caso, el mejor “uso” del sistema ganaría el partido. Caso del Colombia contra Grecia, Uruguay Vs. Costa Rica o Suiza frente a Ecuador. La excepción del caso fue el dado por Bosnia, que, siendo debutante jugó un partidazo contra Argentina empleando ese doble pivote y los albicelestes poseían como único recuperador a Mascherano.

Trivote

Si tener posicionado a dos jugadores de recuperación frente a los centrales que den salida al equipo es bueno tácticamente, tener tres es mejor. Eso han demostrado Chile, Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos. Estos cinco equipos ganaron sus enfrentamientos jugando con tres mediocampistas con roles no muy definidos.

Repasemos: en el caso de Francia con Cabaye en el medio, Pogba por la derecha y Matuidi por la izquierda forman un trivote bien definido. Los tres jugadores son de buen trato del balón y de buena salida. Quizás no estuvieron tan presionados por Honduras que se le sumó la expulsión temprana de Wilson Palacios. Habrá que esperar a su segundo encuentro.

Caso que si se puede repasar es el de Italia. La azzurra con De Rossi de eje y Marchisio y Veratti más sueltos conformaron ese tridente italiano que les dio la victoria. Estos dos últimos con mucha llegada al área inglesa, pero con un buen desgaste físico. En este caso, Marchisio y Veratti se encargaban de tapar el doble pivote de Inglaterra conformado por Gerard y Henderson, lo cual impedía la salida y, además, sobraba un tercer mediocampista (De Rossi) para cortar los ataques.

Los fallos

Si bien es cierto que el trivote funcionó casi a la perfección, tres de los equipos no consiguieron ganar con esta alineación: Portugal, España y Nigeria.

Los lusos, justificado. Alemania utilizó el mismo esquema y a los de Cristiano se le sumó la pérdida de Pepe por un cabezazo desmedido a Muller.

En el caso de Nigeria, jugó contra Irán. Los asiáticos presentaron un doble pivote el cual nunca fue presionado. Los africanos permitieron la salida cómoda de los iraníes, lo cual impidió que el esquema del trivote funcionara.

La gran decepción es España. Precursor de esta formación. Busquets, Xabi y Xavi lo conforman. Puras joyitas. Buena recuperación y además buena salida. Si bien es cierto que Xavi no es de corte defensivo, como si lo pueden ser Xabi Alonso y Busquets, en la selección española colabora con la tarea. Los españoles no lograron descifrar el candado holandés que jugó con cuatro mediocampistas, si bien no con un doble pivote establecido, si cumplían en la mayoría de los casos esta función.

Siempre se ha dicho que la mejor defensa es un buen ataque, en los tiempos modernos esto ha cambiado. Un buen mediocampista de recuperación, con su juego silencioso es el que roba y genera juego para los atacantes. Ellos, que no son portada en los periódicos, son los que tienen la batuta en el Mundial.


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