Cristiano Ronaldo, Lionel
Messi, Thomas Muller, Neymar, Didier Drogba, Arjen Robben y demás delanteros
acaparan las portadas de los diarios deportivos en los días mundialistas. Quien
hace el último gol para darle la victoria al equipo es primera plana con la
celebración de su agónico tanto. Suiza, Estados Unidos y Bélgica han remontado
en los minutos finales, dándole un plus al compromiso. Pero, estos resultados
no se habrían podido dar sin una formación táctica preestablecida por los
entrenadores. Cambios en la rotación haciendo esquemas más ofensivos y haciendo
los cambios pertinentes, como el caso de Drogba con Costa de Marfil.
Más allá de sustituciones
bien –o mal –realizadas, los directores técnicos dan un once inicial. Ellos son
los que, en teoría, estarán la mayor parte del tiempo en el rectángulo de
juego. Algunos juegan esquemas más ofensivos y otros se repliegan atrás. Pero,
hay una formación táctica, o mejor dicho, una sector de ella que ha marcado una
pauta en los compromisos mundialistas: el mediocampista de recuperación.
Doble
pivote
Suiza con Behrami e Inler,
Bélgica con Bembelé y Witsel, Costa de Marfil con Serey y Tioté, han sido
algunos de los equipos que han conseguido, con ese doble 5 parado por delante
de los centrales romper y crear juego con sus jugadores más ofensivos. Hoy en
día, el mediocampista de recuperación tiene la habilidad, no solo de romper
juego, sino de generar.
Estadísticamente hablando,
ningún equipo que haya jugado con doble pivote en la primera ronda del Mundial
ha perdido, excepto que la otra selección también lo haya hecho. En ese caso,
el mejor “uso” del sistema ganaría el partido. Caso del Colombia contra Grecia,
Uruguay Vs. Costa Rica o Suiza frente a Ecuador. La excepción del caso fue el
dado por Bosnia, que, siendo debutante jugó un partidazo contra Argentina
empleando ese doble pivote y los albicelestes poseían como único recuperador a
Mascherano.
Trivote
Si tener posicionado a dos
jugadores de recuperación frente a los centrales que den salida al equipo es
bueno tácticamente, tener tres es mejor. Eso han demostrado Chile, Francia,
Alemania, Italia y Estados Unidos. Estos cinco equipos ganaron sus
enfrentamientos jugando con tres mediocampistas con roles no muy definidos.
Repasemos: en el caso de
Francia con Cabaye en el medio, Pogba por la derecha y Matuidi por la izquierda
forman un trivote bien definido. Los tres jugadores son de buen trato del balón
y de buena salida. Quizás no estuvieron tan presionados por Honduras que se le
sumó la expulsión temprana de Wilson Palacios. Habrá que esperar a su segundo
encuentro.
Caso que si se puede
repasar es el de Italia. La azzurra con De Rossi de eje y Marchisio y Veratti
más sueltos conformaron ese tridente italiano que les dio la victoria. Estos
dos últimos con mucha llegada al área inglesa, pero con un buen desgaste
físico. En este caso, Marchisio y Veratti se encargaban de tapar el doble pivote de Inglaterra conformado
por Gerard y Henderson, lo cual impedía la salida y, además, sobraba un tercer
mediocampista (De Rossi) para cortar los ataques.
Los
fallos
Si bien es cierto que el
trivote funcionó casi a la perfección, tres de los equipos no consiguieron
ganar con esta alineación: Portugal, España y Nigeria.
Los lusos, justificado.
Alemania utilizó el mismo esquema y a los de Cristiano se le sumó la pérdida de
Pepe por un cabezazo desmedido a Muller.
En el caso de Nigeria,
jugó contra Irán. Los asiáticos presentaron un doble pivote el cual nunca fue
presionado. Los africanos permitieron la salida cómoda de los iraníes, lo cual
impidió que el esquema del trivote funcionara.
La gran decepción es
España. Precursor de esta formación. Busquets, Xabi y Xavi lo conforman. Puras
joyitas. Buena recuperación y además buena salida. Si bien es cierto que Xavi
no es de corte defensivo, como si lo pueden ser Xabi Alonso y Busquets, en la
selección española colabora con la tarea. Los españoles no lograron descifrar
el candado holandés que jugó con cuatro mediocampistas, si bien no con un doble
pivote establecido, si cumplían en la mayoría de los casos esta función.
Siempre se ha dicho que la
mejor defensa es un buen ataque, en los tiempos modernos esto ha cambiado. Un
buen mediocampista de recuperación, con su juego silencioso es el que roba y
genera juego para los atacantes. Ellos, que no son portada en los periódicos,
son los que tienen la batuta en el Mundial.
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